RICTUS DESAMOROSO
RICTUS DESAMOROSO Mi realidad de ahora es nuestro mundo desparramado en polvo de universo, tiene ese vagaroso andar de un arriero de la orfandad después de un gesto sísmico. Me acuerdo de la luna y sus consortes dramatizando nuestros sortilegios infantiles, la llorecida cena con su rito estulto, las gentes que sin santiguarse correteaban al “tú la llevas” pisoteando la noche. Mi realidad de ahora es un azulejo que revolotea por mi frente; yo, de bruces en mi costado, encantando sonrío al aguacero que se aviene. He dejado de amar. Cuánto habré amado hasta que de improviso me irrumpe confusión de gentes azulejas que arriando van por el camino de la vida, mis pensamientos tractorando día tras noche, cosquilleándome por mi frente y mi costado, sin fe que en santiguarse pruebe la voluntad del alma de las cosas. Cuánto habré amado, que no es cierto que mis penas van tras el azulejo tejiendo su abandono en sórdida covacha